La Noche Encendida

Pinto esta casa como si fuera un recuerdo claro,
pero la verdad es que muchas de estas Navidades ya no las recuerdo.
Se me borraron.
El tiempo, el ruido, el dolor… todo deshizo pedazos de mi infancia.

Así que esta escena es mitad mía y mitad de mi hermana,
que se acuerda de todo -
de lo que fue alegre, de lo que fue duro,
de lo que yo viví pero ya no sé cómo se sentía.
Ella me devuelve fragmentos,
y yo los traduzco en luz, color y puerta abierta.

Pinto el Puerto Rico que alguna vez fue mi casa,
cuando la vida se sentía llena
y el mundo todavía tenía la voz de mi papá dentro.
Las luces colgando, el dominó en la mesa,
y esa música vieja que se derramaba hasta la calle…
aunque ya no pueda recordarla por mí mismo,
todavía vibra en mi cuerpo de alguna manera.

Este cuadro es un intento de volver a un lugar
que existe solo en retazos:
lo que viví, lo que perdí,
y lo que me cuentan para que no se pierda del todo.

En esta esquina navideña,
mi papá sigue vivo en los sonidos que me describen,
en las historias que no tengo,
en las noches que ya no veo pero todavía siento.

Es mi manera de habitar una memoria que casi no recuerdo,
pero que igual me construyó.